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Revista del Centro Zuliano de Investigaciones Genealógicas
Año 1 Número 1 Enero - Junio 2023. ISSN: 2958-6666 Depósito Legal: ZU2022000336 Maracaibo – Venezuela
Por viejas cartas que tuve la suerte
de leer, todavía muchacho, pude
enterarme que su padre fue un español
de nombre Juan de la Cruz Honorio
Coronado. Las cartas las escribía,
desde Los Puertos de Altagracia,
Ulpiano Coronado, hermano de don
Jesús. En ellas le daba el nombre de su
progenitor; que deseaba mejorar de
unas chalupitas que tenía en los pies
para visitarle en Conopía y conocerse.
Esos deseos nunca se cumplieron.
Don Ulpiano dejó un hijo de su
mismo nombre, quien vive en San
Félix, distrito Mene Maura. (Chirino,
1993: 98)
4
.
Hasta este momento, todo parecía indicar que,
efectivamente, Juan de la Cruz era un sacerdote
canario; por tanto, la supuesta boda con María
Altagracia Barrera no habría podido celebrarse
por su condición religiosa, de tal manera que, de
haberse dado dicha unión, habría sido solo de
hecho, y su prole habría venido al mundo como
ilegítima
Las armaciones hechas en el párrafo anterior
no tendrían nada de extraño, toda vez que no
habría sido la primera vez que un sacerdote
tuviera hijos no reconocidos, como los casos del
4 Estas cartas que aquí se reeren, fueron citadas
por Diego Nicolás Chirino (1918-2004), excronista
de Coro, en una publicación de su autoría de cuyo
contenido se deriva que está emparentado con Juan de
la Cruz Honorio, aunque por línea ilegítima. Es decir,
Diego Nicolás Chirino, habría sido hijo de Ramón
Chirino Ulacio, quien a su vez fuera hijo de Jesús
María Chirino; y este último, hijo ilegítimo de Juan de
la Cruz Honorio Coronado Medina. Siendo así, Diego
Nicolás Chirino habría sido bisnieto de Juan de la
Cruz Honorio.
general Delfín Romero; hijo natural de Higinia
Romero (Registro Civil del Distrito Miranda,
14 de septiembre de 1906), sevillana traída
a los cinco años a Maracaibo, y del sacerdote
portugués, José Joaquín Veyra, quien en 1818
era teniente cura de la iglesia San Juan de Dios
de Maracaibo, según relata el Dr. Tulio Febres
Cordero (1911). También se conoce el caso
de Jesús Enrique Lossada; abogado, lósofo,
político y rector fundador de la Universidad del
Zulia en su reapertura, quien fuera hijo natural
de María Luisa Lossada y supuestamente del
presbítero José Francisco Tomás Urdaneta
(Nagel Von Jess, 2007).
Ahora bien, Juan de la Cruz Honorio Coronado
Medina, fue hijo del matrimonio celebrado
entre el llamado “blanco disimulado” Manuel
Coronado y María del Carmen Medina
Aceituno, sobre quienes ya se había mencionado
los inconvenientes que tuvieron para llevar a
cabo su enlace, por disenso interpuesto por el
hermano de María, Nicolás Medina Aceituno;
situación que es nalmente dirimida por
el entonces capitán general de Venezuela,
don Manuel Cajigal, quien habría dado la
autorización denitiva para el casamiento,
en abril de 1814. De este enlace matrimonial
nacen tres hijos legítimos: Manuel Baldonado
(Diócesis de Coro, 15 de marzo de 1819), María
de la Concepción Máxima (Diócesis de Coro,
02 de diciembre de 1820), y el personaje central
de esta investigación, referido al principio.
Como puede observarse, de esto se deriva
que, Cruz Honorio Coronado, (como aparece
en todos los documentos eclesiásticos), a